Redacción. Puno. Con la voz quebrada de miles de ciudadanos de juliaca y pueblos aledaños, se revivió el rechazo al gobierno de la actual presidenta Dina Boluarte y su consejo de ministros que propiciaron el derramamiento de sangre de vidas de inocentes que marcharon contra el quiebre constitucional de un gobierno que pretendía cambiar las reglas de juego del país, el defenestrado presidente pedro castillo junto a su personal de confianza ya revelaban ciertas acciones difíciles de predecir “el golpe de estado de castillo” solo fue el desborde de la reacción social que termino en muertos, heridos, desparecidos y denunciados bajo el título de terroristas. El pueblo una vez más resulta ser la victima de estos apetitos de poder de unos cuantos que secuestraron el poder de turno.
Ese título vejatorio de humillación ante la acción de la protesta en las calles de Juliaca y diversos pueblos de ese extremo de puno remeció al gobierno al punto de tornarse incómodo para los inquilinos del poder de turno, la ciudad que alberga a la comunidad quechua pasados los años se resiste a sanar sus heridas tras la acción de la policía nacional y las fuerzas armadas que asesinaron sin mediar consecuencias a los ciudadanos de esta ciudad. A dos años de esta ofensa al pueblo Juliaca y sus poblados se levantaron en una voz que resonó como eco en todo el Perú.
Con una trascendental participación de la población de Juliaca y de otras provincias de la Región Puno se realizó el Homenaje a las 18 víctimas asesinadas el 9 de enero del año 2023 en la ciudad de Juliaca y a decenas de caídos en el resto del país, en el programa especial elaborado por la Asociación de Mártires y Víctimas de aquella imborrable fecha.
En el By Pass, se celebró una misa en honor a las víctimas del 9 de enero, la misma que fue concelebrada por los sacerdotes Luis Zambrano Rojas, Luis Humberto Béjar y David Vargas, ante una multitudinaria presencia popular.
Durante la celebración de la liturgia, el padre Luis Zambrano Rojas, elevó sus plegarias al altísimo por el alma de los difuntos, nombrándolos a todos ellos, incluyendo las víctimas del 9 de enero y de otras fechas, como la muerte de dos personas en Macusani y los soldados ahogados en Ilave.
Desde muy temprano, en la Plaza de Armas de Juliaca, se concentraron delegaciones de estudiantes universitarios de las universidades San Marcos, Villareal y Católica de Lima, así como de los familiares de las personas asesinadas en otras regiones del país especialmente de la zona sur, Ayacucho, Cusco y otras delegaciones populares y de colegios profesionales como del Colegio de Ingenieros, así como colectivos sociales, para que corporativamente trasladarse al By Pass, ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Juliaca, donde se produjo la matanza.
Algunas instituciones como la Unidad de Gestión Educativa de San Román, así como de la Municipalidad, Beneficencia Pública y empresa de Saneamiento Seda Juliaca, realizaron un homenaje a los caídos y a los deudos, colocando ofrendas florales en sus instituciones y en las zonas de la salida a la ciudad del Cusco.
En el By Pass, se celebró una misa en honor a las víctimas del 9 de enero, la misma que fue concelebrada por los sacerdotes Luis Zambrano Rojas, Luis Humberto Béjar y David Vargas, ante una multitudinaria presencia popular. Tras la liturgia, numerosos oradores hicieron conocer su homenaje póstumo exigiendo justicia por las víctimas de la dictadura; encabezando el rol Raúl Samillan, presidente de la Asociación de Mártires. Al final se realizó una gran movilización por las arterias principales de la ciudad de Juliaca. (FB)