Redacción.- Y por fin, el pueblo de Tacna reacciono ante un grave atentado contra la tranquilidad pública, los anuncios realizados por representantes del ejecutivo y el respaldo de algunas bancadas del congreso despierta la indignación de la sociedad civil para no permitir la ampliación del penal de challapalca y el cierre del penal de Pocollay. El traslado de ranqueados delincuentes de alta peligrosidad ahuyenta la presencia de turistas chilenos a la ciudad de Tacna. Por ello la pretensión de ampliar los servicios penitenciarios en challapalca simplemente no va. Así lo indicaron las diversas organizaciones de base de la ciudad en una reciente reunión sobre el serio peligro que corre la región y demás poblados.
EN CONTEXTO. –
En conferencia de prensa emitieron pronunciamiento y llamaron a las autoridades y dirigentes gremiales a convocar un paro macrorregional indefinido. La conferencia de prensa para emitir dicho pronunciamiento se desarrolló a las 10 h en el local comunal de la junta vecinal Vigil.
El presidente de la junta vecinal Almirante Grau Antonio Chambilla Arias explicó que Tacna es una ciudad pacífica, por tanto, mal hacen las autoridades nacionales en trasladar a esta región a criminales y personas de su entorno poniendo en riesgo la seguridad de 380 000 habitantes.
“No lo vamos a permitir, hago un llamado a todas las autoridades y a todos los gremios para que nos autoconvoquemos y participemos en un paro, a los transportistas, a los abogados, a los profesores, a todos; la lucha inicia ahora”, manifestó el dirigente.
Por su parte la presidenta de la JV Ciudad de Dios Rosario Vásquez Gonzáles indicó que con la ampliación del penal de Challapalca y el incremento de reos de alta peligrosidad, sus familiares y cómplices en la región, “Tacna moriría económicamente ya que la inseguridad espantaría a los turistas y a los potenciales inversionistas”.
Los dirigentes sostuvieron que este problema afecta no solo a Tacna sino también a Puno y Moquegua, por lo cual invocaron a sus autoridades sumarse a una acción de protesta conjunta a fin de no permitir que los niños de hoy tengan que sufrir en el futuro la inseguridad de Lima o el norte del Perú.